Y aquí...

Bienvenido a tu cabeza.

Grito.

Grito.

jueves, 20 de marzo de 2014

Yo elegí vivir.

Son simplemente unas ganas enormes e incomparables. Tan solo una fuerza que emerge de un lugar vació.

El ser no tiene sentido. Punto. Es ridículo pensar que la vida tiene un sentido mas amplio que la vida misma. Así pues, lo único que nos queda por delante es disfrutar esta, única, gran y complicada oportunidad para vivir. No existe un mas allá. No existe un paraíso o un infierno. No existe un juicio final. Solo existe el vació, la nada, el olvido.

Después de que tu mente se apague no hay mas nada que hacer, literalmente.

Pero algo parece ser cierto entre nosotros. La vida resulta casi tan complicada como la muerte. Para los que en realidad desean vivir, su oportunidad pasa en un abrir y cerrar de ojos, se esfuma, se desliza entre sus dedos, corre rió abajo y se pierde en la vista próxima. Para los que desean morir el momento nunca llega. Siempre están predispuestos a acabar con ese malestar que posiblemente inunda su cuerpo. Maldita conciencia de vida, maldita conciencia de muerte.

Yo no odio a las personas que deciden que su vida sea guiada por X o Y religión. Pero desprecio a los que desprecian. Desprecio a aquellos que por el efímero pensamiento -además de insulso- de una vida en un 'mas allá' desprecian esta oportunidad. Acá no hay borrón y cuenta nueva, acá no hay una segunda chance. Solo tenemos este momento para vivirlo, y esa conducta de desprecio hacia la vida es la que me hace despreciarlos. Si ellos pueden ¿Por qué yo no? Ah cierto, son hijos de Dios.

Un Dios que no ven, que no se manifiesta y que no termina siendo mas que una traba en el intento corajudo por explicar de donde venimos. Un ser que no tiene explicación y es usado para explicar algo. ¡Que dolor de cabeza!

Yo también pienso que sucederá después de la muerte. Pero no doy respuestas al azar en base a explicaciones mitológicas cuasi improbables. Es cierto que no podemos explicar de hecho, que pasa luego -con 'podemos' me refiero a la comunidad científica y las personas que apoyamos su labor- de la muerte. Aun no, pero esas mismas personas que tanto alaban a un 'dios omnipotente' lo denigran, lo vuelven el 'Dios de los vacios'. Ese dios es aquel que se usa para tapar un hueco epistemológico cuando la ciencia aun no ha encontrado su explicacion.

Tan solo preguntense algo: ¿Fue la ciencia la que tuvo que acomodarse a la modernidad, debido a que la religión con sus grandes avances y respuestas comprobadas empezó a dar luces sobre nuestros orígenes, o sobre algunas de nuestras preguntas mas fundamentales? La respuesta es no. Fue la religión la que tuvo que dar por ciertas teorías como la Evolucionista, porque al ver que ya no tenían como refutarla, la adoptaron, aunque obviamente con sus característicos manoseos y retoques infames.

Crean en lo que quieran. Dejen creer. Pero el hecho de que crean en un ser, en dos, en tres o en miles no los exime de ser puestos bajo la lupa de la ciencia, la razón y el verdadero conocimiento.

Yo preferí abrir los ojos, quitarme la ridícula venda y vivir esta vida, la única vida, antes que perderla deseando algo improbable.

Yo elegí vivir.


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